lunes, 31 de agosto de 2015

30 cosas sobre mí

¡¡Hola!! Como no sabía que publicar, he decidido hacer un "30 cosas sobre mí". 


                                          "30 COSAS SOBRE MÍ"

1.     Mi ciudad favorita probablemente sea Londres
2.     Tengo una obsesión por el chocolate (por lo tanto también la Nutella
3.    Me gusta la fotografía
4.     También me gusta la cocina
5.    Por lo tanto me encanta Masterchef
6.    Me encanta leer
7.    El último libro que me he leído ha sido “Las ventajas de ser un marginado”
8.    Me lo leí en 3 días
9.     Comenzé el blog a finales de junio
10.Durante todo julio no le hice caso, le marginé
11. A mediados de agosto le he vuelto a hacer caso
12. Escribo historias y relatos
13.  A veces me viene la inspiración
14. Bastante pesada cuando quiere
15.  Mi habitación es de color azul (no sé porque he dicho eso)
16. Mi móvil es de la marca Samsung
17. Cuando era pequeña (con unos 8 años) fui a Disney
18.               Mi madre se emocionaba mucho al ver a los personajes de las pelis
19. No fui capaz de decirle que eran personas disfrazadas
20. Cuando Jasmine vino a firmarme un autógrafo mi madre se emocionó tanto que fingí que no la conocía
21.  Tengo un vecino que siempre canta (de modo muy irritante para mí y mi familia) a su bebé
22.  No tengo mascota
23.  Bueno, una vez adoptamos un perro de una amiga de mi madre
24.  Solo lo tuvimos dos días, era hiperactivo
25. Mis padres no me dejan ni siquiera tener un mísero pezr
26.  Nadie que me conoce sabe que tengo el blog (salvo mi padre)
27.  Tengo pensado en hacer reseñas en el blog, pero no sé…
28.  Soy divergente, no puedo ser controlada
29.  Gracias por suscribirte a mi blog

30.  Gracias por leer estas “30 cosas sobre mí”

miércoles, 26 de agosto de 2015

Destino Madrid

Ya hay título. Este es el primer capítulo :)                                 
                                               Capítulo 1
Cuando llegamos a casa ya era mediodía, así que comimos, una hora después porque mi madre se empeñó en hacer su famosísimo pastel de carne y un postre delicioso. Delicioso. Pero al vivir con ella durante 15 años, he descubierto que hace cuando está nerviosa o preocupada, y siempre suele ser cocinar mucho. Y hoy fue la demostración de todo lo que yo sabía. Y ya me temía lo peor.
Cuando acabamos esa magnífica comida, mi madre dijo que a partir de ahora cada día del verano iba a cocinar una comida deliciosa con postre incluido porque, según decía, quería saber de lo que era capaz. En ese instante me di cuenta, que sus preocupaciones traerían unas consecuencias muy graves.
A las 18:00 me fui al cine con mis amigos, pero decidí no contarles nada de mis suposiciones sobre las preocupaciones de mis padres.
Y acabada la peli, fuimos a un parque a charlar y pasar el rato. Cuando volví a casa ya casi era la hora de cenar. Todos cenamos una pizza, pero yo no tenía mucha hambre.
No me quedé con todos en el salón, preferí subir a mi habitación a leer. Me encanta leer.
Y así acabó ese día, aquel día en el que empezaron todas las preocupaciones. Ese día no sospechaba ni de lejos lo que iba a ocurrir desde entonces.


El día siguiente, era sábado, me levanté a las 9.
Estaba muy emocionada porque hoy empezaban las fiestas del pueblo. 4 días con actuaciones y espectáculos increíbles, feria, concursos… Quedé con mis amigos por la tarde, así que por la mañana me quedé en casa viendo un programa en la tele sobre animales en peligro de extinción.
Seguía pensando en mis padres, sobre qué estaba ocurriendo y qué ocurriría.

Pero pasé de esos pensamientos. Solo quería ir a la feria con mis amigos y pasármelo bien.

A la hora de comer mis padres no hablaron nada. Daba mucho corte estar en la sala.
Así que por la tarde me fui a la feria con mis amigos, y estuve con ellos hasta la noche. Fue muy divertido, y me lo pasé genial. Comimos algodón dulce, nos paramos en todas las casetas, ganamos premios, y luego, sin darnos cuenta, ya era de noche.
Cuando ya nos íbamos todos a casa, mi mejor amiga Cris me dijo que me quedara en su casa a dormir. Insistió mucho, así que acepté.
Me encanta su familia. Es muy divertida y alegre. Y su gato Nemo (irónico ¿verdad?, ponerle el nombre de un pez a un gato) me encanta, es muy cariñoso. Bien, cenamos unos ricos macarrones y unas hamburguesas de 10.
Después de haber cenado, Cris y yo subimos a su habitación, me prestó un pijama y nos quedamos dormidas.
Me encanta Cris, es extrovertida y no tiene miedo a dar su opinión o decir lo que piensa. Es todo lo contrario a mí, yo soy súper tímida. También soy divertida y amable, pero solo cuando la gente me conoce bien.

Me desperté por la mañana. Me desperté porque me daba la luz del sol en los ojos. Me desperté la primera, así que no les quería despertar. Cogí mi ropa y me cambié.
Después me sonó el móvil, nadie se despertó, era mi madre, me preguntó que tal había dormido y si me lo había pasado bien en la feria. Estuvimos hablando un mucho rato.
Hasta que Cris se despertó a las 10, también por la luz del sol en los ojos. Cuando ella se vistió, bajamos a desayunar.
Después me vino a buscar mi madre. Me extrañé. Cuando ya estábamos en el coche, le pregunté cómo era que me había venido a buscar. Me dijo que era porque quería que no me quedara a comer allí.
Cuando llegamos a casa se puso a preparar la comida, y mi padre la ayudó.

En la mesa del comedor vi que estaba el portátil de mi madre, y como soy muy cotilla, me senté delante de él a ver qué había buscado en Internet y si tenía algo que ver con sus preocupaciones.
Y vaya si tenía que ver.  

Había una página abierta de Internet sobre casas para alquilar o vender en varios pueblos cerca de Madrid. ¡¡¡Y ESO ESTÁ A MÁS DE 600 KM DE CASA!!!
También había una pestaña abierta del correo de mi madre. El más reciente era del jueves, de una persona cuyo correo era de una empresa. Abrí el mensaje (tengo un caso grave de cotilleo agudo) y decía:

“Querida señora Jiménez, nos agrada comunicarle que ya es oficialmente una trabajadora de L&N. No la queremos presionar, pero comienza en 2 semanas máximo, en la central, en Madrid.
Saludos cordiales”

Madre mía, eso quería decir que nos íbamos a mudar a Madrid en menos de dos semanas. No me podía creer que mis padres no me lo hubieran comentado. 

¿Cuándo me lo pensaban decir?

Por si acaso, decidí no decirles que sabía que nos teníamos que mudar.

No quería mudarme. Me quería quedar aquí. La idea de tener que ir a un nuevo instituto y tener que hacer nuevos amigos (con lo tímida que soy) me ponía la piel de gallina.

martes, 25 de agosto de 2015

Estoy escribiendo...

¡Hola! Os quería decir que estoy trabajando/escribiendo un libro. De momento no tiene título, más adelante lo diré. Por ahora solo llevo 1 capítulo. Pero lo iré avanzando. Ahora os dejo el prólogo. ¡Espero que os guste! Por favor comentad si queréis que siga con la historia o que lo deje.
                                     Prólogo
Nunca me planteé lo horrible que sería tener que mudarme. Hasta ahora.
Pero para saber porque me planteo esta pregunta haremos un pequeño viaje en el tiempo hasta el 24 de agosto, hace una semana exacta.

Recuerdo perfectamente ese día:

Me levanté pronto porque no quería perderme la fiesta de graduación de mi hermana. Todos mis amigos y yo nos graduaríamos el año que viene (o eso creía). Me vestí y bajé a desayunar. Vi que mi padre estaba hablando con mi madre en la sala de estar. Aunque no era gran sorpresa, siempre se despertaban antes que yo para hacer un desayuno delicioso y estar media hora con el ordenador, viendo la tele o bien leyendo. Pero esta vez no habían preparado el desayuno, solo había dos tazas de leche casi terminadas en la mesa; ni estaban con el ordenador ni viendo la tele ni leyendo. 
Me sorprendí  al ver a mi hermana Sara sentada en una silla de la cocina tomando cereales. Fue una sorpresa enorme, ya que ella es muy dormilona y es la que se levanta más tarde de toda la familia. Le pregunté como es que se había despertado tan pronto y por qué estaban nuestros padres hablando en la sala de estar. Mientras tanto iba preparando mi desayuno. A la primera pregunta me respondió rápidamente, me dijo que por la fiesta de ese día, pero a la segunda pregunta contestó un simple “no lo sé”.

En cuanto terminé de desayunar fui a la sala de estar para preguntar a mis padres qué pasaba y de que hablaban. Pero lo malo de ser la pequeña de la familia (aunque tenga 15 años) es que cuando les sueles hacer ese tipo de preguntas siempre te contestan los dos a la vez: –Cosas de adultos, Marina.
Odio cuando dicen eso, aunque la verdad, soy muy cotilla. Pero esta vez parecían preocupados, así que yo también me preocupé.

La preocupación se fue al cabo de unos 3 minutos, cuando me llamó mi mejor amiga Cris y estuvimos hablando muchísimo rato. Después fui a ver la tele y mis padres seguían hablando y enseñándose cosas en los móviles el uno al otro con cara de preocupación. Y entonces mi preocupación volvió.
Subí a mi habitación a imaginar por qué podrían estar preocupados y si podría yo poner fin a lo que las ocasionaba, o al menos evitar las consecuencias que supondrían.

Pero… ¿y si estaba haciendo una montaña de un grano de arena?

Puede que estuvieran pensando en regalarle un ordenador a mi hermana o algo así… Que va. Después averigüé que no, era otra cosa, mucho más preocupante. Pero no lo averigüé ese día, fue más tarde. 


Pasada mi media hora de meditación diaria (sí, que pasa) ya era hora de ir a la fiesta de graduación. Todos los profesores estaban allí, su tutor dio un discurso, y los alumnos que quisieran podían decir su “discurso”. Seguidamente se repartieron unos diplomas y un cuadro con una foto de toda la clase firmada por ellos mismos.  Una hora después, cuando acabó todo llegó un catering y un DJ. Sara se quedó en la fiesta, y las familias de los alumnos también, pero mis padres y yo nos fuimos, yo sin saber por qué no nos podíamos quedar. 


                                   **Se acabó el prólogo**


Por favor comentad si queréis que siga con la historia o que lo deje. ;-)









jueves, 20 de agosto de 2015

Un pueblo "normal"

Espero que os guste.                                                

                                     Un pueblo "normal"
Había una vez, en un pueblo muy lejano, el nombre del cual nadie recuerda, vivían unos habitantes muy "peculiares" por decirlo así.

El alcalde era un payaso jubilado, extrovertido y sabio, que se hacía querer por los habitantes.

Desde el siglo XVI, la ciudad estaba dividida en tres sociedades. La primera era la de las hadas, que conseguían todo lo que querían en 2 segundos; otra era la de los duendes, no eran muy famosos por la ciudad, ya que sus antepasados destrozaron la ciudad y quemaron todos los bosques cercanos, sin motivo alguno; y la otra era la de los humanos y los animales, pero no creáis que estos animales eran como los que conocemos, no, estos animales eran capaces de hablar y de hacer todo lo que hacían las personas.
Todos los habitantes se llevaban bien entre ellos, sin rencores, vivían en perfecta armonía.

El animal más famoso de toda la ciudad era el cocodrilo Tom. Tenía una cadena de restaurantes por toda la ciudad, es más, por todo el país. Los conocidos restaurantes Tom's. Pero en la ciudad era más conocido por llevar las uñas más molonas de la ciudad, incluso abrió una tienda para pintar uñas a los demás.

Pero un día todo cambió. Cuando Tom fue a abrir su tienda de uñas, todo estaba tirado por el suelo, roto, muchos productos no estaban, los habían robado. Tom llamó inmediatamente a la Patrulla-hada. Cuando la policía llegó y empezaron hablar de lo sucedido con Tom, no encontraron muchas pistas. Tan solo unos polvos de talco, esparcidos por toda la sala, pero más bien parecían polvos de hadas, o polvo blanco, o polvos de maquillaje, o harina...
Así que la Patrulla-hada pidió ayuda a los vecinos para saber si alguien había visto algo sospechoso en la noche del robo. Pero no hubo mucha suerte. Un duende afirmó haber visto una varita de una hada en la puerta de la tienda; una cebra dijo que cuando estaba paseando vio huellas de zapato de duende que salían de la tienda; una hada confirmó haber visto pelo de animal en la tienda cuando pasó por la noche...
Y el ladrón misterioso no apareció.

Hasta que un niño curioso llamado Quintín fue al centro comercial. Allí vio a un montón de gente rodeando a la Patrulla-hada. Pero una cosa le pareció extraña y sospechosa. Cuando se acercó para ver que sus ojos no le engañaban... supo quien fue el ladrón. ¡Fue el alcalde! Lo supo por varias razones : era un payaso, llevaba polvos blancos por toda la cara, como los que había en la tienda; además vio que tenia un bote de pinta uñas de la marca Tom en el bolsillo (a pesar de ser un hombre) y observó que tenía una mancha de pinta uñas en el zapato, junto con polvos blancos por toda la suela del zapato.
Como todo el mundo estaba pendiente de la Patrulla-hada, nadie se había dado cuenta, solo él.
Quintín llamó a la policía (que no tardó en llegar ya que estaba a dos metros de distancia) que arrestó al alcalde al comprobar que todo lo que decía el chaval era cierto.

Al día siguiente el alcalde tuvo que ir al juzgado. Allí el mismísimo alcalde afirmó ser el ladrón, y que encima puso esas pistas falsas para que nadie sospechara de él. También afirmó tener envidia de Tom. Minutos después el alcalde se acercó a Quintín a felicitarle por haberle descubierto. Después de esto el juez le sentenció con dos años de cárcel, con psicólogo incluido, y que pasados los dos años tenía que pasarse 5 años yendo al psicólogo para que le ayudase a recuperarse de su ida de la olla.

Al día siguiente del juicio Quintín recibió una medalla de oro por haber descubierto al ladrón.
                            
Fin


Próximamente en cines 


Harry Potter - Book And Scroll Harry Potter - Book And Scroll